ANALISIS TEORICO
ANTONIO PABON
¿ARISTOCRATAS PROLETARIOS?
Los dirigentes del sindicalismo no mencionan al menos en ninguna parte que el proletariado sea el productor de los bienes materiales de la sociedad; la menor alusión a que son los dueños efectivos de la riqueza general de la sociedad; a que son los reales propietarios de todos los medios e instrumentos de producción. Tenían mayor claridad sobre este particular las tribus iroquesas en tiempos de Morgan. Mía, decía cada uno al preguntársele de quién era la tierra. Hoy, los proletarios deben tener muy en claro esta misma apreciación, sobre el producto. ¡Y no tan candorosa como los aborígenes! Por las malas si se precisa. Burgués en teoría y comunista en la práctica. Declararse dueños de la producción global.
Más bien ese sindicalismo preparó las condiciones para un “cambio de rumbo”. Para una nueva dirección del desarrollo capitalista. Ayudó a apoderarse a través del mercado global de la economía de los países contribuyendo a centralizar la producción. Ningún país ya responde a la gran división especializada del trabajo: Viabilidad, desarrollo sostenible. Es pequeña burguesía queriendo equipararse, parecerse, emular a la gran burguesía, incluirse en el reparto del botín; proponiendo reformas tibias. La gran concentración del capital desinteresa a los criollos.
¿Qué puede estar moviendo a la dirigencia laboral? Solo ser proactivos. Mantener en límites adecuados la funcionalidad del capital transnacional monopólico relievando la idea de pleno empleo. Promover la sociedad de trabajo democrática, el capitalismo; fortalecerlo con reclamos democráticos, modificándolo, “cambio positivo en las estructuras” ¡Agentes activos, qué vergüenza! Induciendo a los Estados a jugar un rol activo en pro de los monipodios transnacionales. Una burguesía sin patria. En la misma medida los proletarios tampoco la tienen. ¡Pues no la tienen siendo una mercancía la fuerza de trabajo! Así como patria y ciudad son anacronismo primitivo. Las mercancías son mercancías. Como puede producir más la fuerza de trabajo, también puede destruir. No tiene barreras nacionales. Los conceptos tienen un contenido real; los proletarios son el elemento revolucionario de la sociedad de hoy y del futuro. Una revuelta de estos y el sistema se desmorona. “Trabajo digno” es hipocresía en estas circunstancias. Es alinderarse con la burguesía compradora. Es adecuar la demanda de trabajo al “mercado laboral.”
Hacen del cargo sindical un medio para la intromisión y expansión del capital transnacional en economías subdesarrolladas; solicitando la adecuación de leyes especiales a inversionistas extranjeros para incentivar a los monopolios en los procesos productivos porque así la pequeña burguesía se ajusta a esta estrategia. El proletariado se asusta. Nadie está en condiciones de competir. La burguesía criolla solidaria se rinde incondicionalmente al imperio nuevo en la guerra económica y se compromete a mantener un equilibrio dentro de límites posibles. Trabaja para el imperio y un complemento productivo local para este propósito imperial. Razón de la globalización, de las exigencias del mercado mundial: “El mercado hasta donde sea posible; el Estado hasta donde sea necesario” Tercera vía.
Retrotraer al atraso porque no quieren tan siquiera mencionar el concepto proletario, con “economías agrícolas familiares”, “soberanía alimentaria” etc. Solo que Estados Unidos tenga garantía a la salida de sus productos industriales. El fin es que mantienen todos los parámetros del sistema burgués. No hablan de relaciones sociales de producción. Se continúa con abstracciones como “Unión europea”, “Economía de las Américas”, “Productividad china”, “Naciones emergentes” etc.
El sindicalismo amarillo es lacayo de las orientaciones de Washington, ayuda a que las transnacionales presionen, a ejercer poder y control sobre el mercado por parte de estas, a cumplir las órdenes, los dictámenes del imperio. Son permisivos, celestinas. Doblan la cerviz ante las privatizaciones. Toleran el saqueo. Contribuyen a generarle ingresos a los monopolios. Inducen a la exclusividad monopólica de los productores de medios de producción. Facilitan el montaje productivo imperial. Anuncian los bandos que todos quedarán sometidos al “diálogo social” después de instalar empresas multinacionales, ¡y ya!
La pretensión es de darle el papel de cenicientas a las pequeñas y micro empresas para la limpieza de la suciedad arrojada por las gigantes transnacionales, de los desechos tóxicos lanzados a los “Estados nacionales”; y la “agricultura familiar” con “empleo intensivo”. ¡Raya en la burla!
Haciendo perdurable el sistema de trabajo actual tal como se le conoce reclaman un “mundo del trabajo” para las nuevas generaciones. “Mercado de trabajo” juvenil; todos metidos en ese saco. Las mujeres también. Capitalismo para rato, infinito incluso. Y eso gracias al sindicalismo entregado.
Es bueno crear el Partido proletario en todas partes del mundo; con su propia visión, sin ambages; definirlo como de la clase del proletariado, comunista, sin cobardía ni temor a la estigmatización: si produce toda la riqueza social; también puede tener su propio partido político.
“Insertarse en el mundo del trabajo”: les espera a los jóvenes “calificados”. Liberalismo integral sin ningún cambio de Estado para servir a las corporaciones industriales y no a la sociedad. Para ello se implementa el “ejercicio pleno de la ciudadanía”. Formalidad laboral por parte de los gobiernos. “Justicia pronta y cumplida” para los trabajadores. Son los Estados débiles: paradigma productivo con justicia social. Universalidad y solidaridad entre ellos.
El sindicalismo en su otra versión deberá introducir en su estrategia ideas políticas más avanzadas como la actividad consciente por la extinción del Estado y no consignas de esta naturaleza: “Empresariado nacional productivo”, “Captura de la renta”. El proletariado debe replantear muchos aspectos de su movimiento. Reelaborar, desandar lo andado. Determinar si estuvo mal influenciado. Llama la atención por ejemplo que el “Che” dijera que el comunismo lo hacen los pueblos a su imagen y semejanza; que era libertad de los pueblos. Así se castra la tarea del proletariado para su realización. Incluso dirigentes políticos sobresalientes se aferran a conceptos tales como “el bien común”. Así le ocurrió a Maduro en su discurso ante la Asamblea Nacional el 8 de octubre de 2013. ¡Todo muy huero! Muy ambiguo.
Lo cierto es que la cuota de plusvalía continúa beneficiando a los propietarios de dinero. La conformidad marcha acompasada al ritmo del sistema. Las críticas al sistema son más bien flores pues solo se quiere un cierto “equilibrio”; trabajo “compatible”.Solo que el propio sistema por su naturaleza termina resentido, burlándose de la “dirigencia” sindical. Ser esclavos iguales y burgueses iguales: a eso se reduce la “igualdad de oportunidades” en la competencia monopólica. Hasta las “trabajadoras sexuales” se les reserva un puesto en el edificio social eso sí bien coordinadas. A los pueblos indígenas les aguarda, igualmente, la futura proletarización mundial o globalización de la economía. No se salvan. ¡Enamorado del sistema el propio sindicalismo! Imperturbable el capitalismo. Perpetuo. Sin afectación.
La garantía. El trabajador seguirá siendo trabajador en todas partes. Lo que decíamos al principio; una mercancía en toda partes. Pero la burguesía lo tiene todo calculado en detalle con infinidad de asesores de calidad experta. Cómo protegerse de posibles ataques por parte de los trabajadores a nivel mundial lo mismo que de los propios excluidos del beneficio de la producción social a veces muy cercanos. Sin embargo, el temor de la burguesía hacia los parados forzados es generalizado. Situación que puede ser esperanzadora para la solución final de la sociedad en conjunto.
De todas maneras, en fin de cuentas, la gran burguesía sigue explotando y oprimiendo basada en el “diálogo social” y la activa participación de la “sociedad civil” para el “pleno empleo y trabajo digno” que se traduce en el crecimiento de la desigualdad económica y la miseria generalizada de las masas que produce bienes materiales en contraposición a la concentración extrema de la riqueza social en pocas manos.
Los propietarios de los medios de producción actúan con reconocimiento en la sociedad porque es su voluntad que se hable de ellos mismos, sus sueños, fantasías y realidades. Y por eso mismo es su felicidad. Así pues, la felicidad es a su vez anarquía, competencia, ruina, miseria. Es el componente importante del desarrollo socio-económico, del modo como se produce en la sociedad de clases, a ciegas, sin proporcionalidad, colisionando y sin apropiarse intrínsecamente el contenido humano al tener capacidad de adquirir conciencia social. Esta felicidad de una parte de la sociedad es resultado de hallarse tales individuos, felices, en posesión de los medios de producción. Es su atribución por tener tales condiciones privilegiadas. Se destaca el rey, el monarca y su corte; los jefes de Estado, los magnates, las personalidades; es la concentración del poder lo primordial, la élite, los beneficios; los intelectuales proclives y sus lacayos. Así, mientras no se es dueño no se es poseedor de los atributos que le hacen ver como dueño en potencia. Entonces solo el burgués es relevante. Lo fue el señor feudal y sus monasterios; los esclavistas con su sistema económico de explotación descarnada y franca, abierta, al comprar al esclavo de una vez y para siempre. Si todos en la sociedad fuesen felices no se encontrarían en ella los infelices. ¿Existen? Para la dialéctica socrática sería el opuesto al feliz. En la práctica se ven hombres y mujeres moviéndose en la miseria, agobiados. ¿La causa? A esas gentes se les ve también, poniendo en movimiento ríos y arrumes de mercancías como gigantescos y pesados engranajes que casi no pueden soportar, esperando solo ser aplastados por ellas.
¿Cómo brotan esas enormes masas de mercancías? ¿Seres invisibles las lanzan desde el cielo o desde el infierno perennemente? ¿Fantasmas acaso? Se podría pensar que a ese fantasma es también, igualmente, a quien Marx lo refiere en el Manifiesto. O sea, quienes lanzan mercancías no se ven; solo se ve, quien se dice de él, es el dueño de las mismas. Actúa en calidad de depositario, como si ese fantasma le dejara en custodia las mercancías que crea, que elabora. Muy acuciosos los dueños perpetúan esa reiterada acción o relación. Solo se ven los dueños. ¿Podrían verse los fantasmas? Para verse los fantasmas tendría que operarse lo contrario. Que los fantasmas de hoy sean los dueños y los dueños, los fantasmas. Así es. Entonces, los fantasmas descubiertos ellos mismos en sus propiedades se harían los bisoños con los nuevos fantasmas; a la sociedad llegaría por igual todo lo producido por los nuevos fantasmas. Esto sería el socialismo, La transición. Pero estos nuevos fantasmas lo serán, como esclavos asalariados, que para ellos como bien lo saben, es muy bueno, lo pueden degustar y consumir con gran deleite.
Tales fantasmas invisibles de hoy deben aflorar lo más pronto posible para que puedan controlar la sociedad y las mercancías.
Muchos “revolucionarios” no quieren hablar del proletariado, pues es este el fantasma real, el comunista. La burguesía les tiene achantados y les cuesta tratar la teoría del proletariado, la doctrina marxista del comunismo. El dinosaurio burgués percatado de su condición traslada ese epíteto al comunista proletario, a los comunes. Asimismo los “teóricos”pequeñoburgueses salpicados de lodo capitalista rehúsan cincelar la roca por ser este un trabajo extenuante y apenas se conforman con las migajas que le tira el amo a quienes quisiera equipararse luego de ser pequeños propietarios privados de mercancías.
Los comunistas proletarios toman por teoría la doctrina del comunismo científico, el materialismo dialéctico e histórico, el marxismo; la teoría de la revolución social, de las transformaciones y los cambios; combate el agnosticismo, la metafísica, el empirismo. La teoría es revolución y esta se hace realidad tan pronto prende en las masas, en su cerebro. Así que en cuanto a la cualidad del revolucionario debe responder a la pregunta: ¿Estamos de acuerdo con el marxismo? ¡Y lo llevan a la práctica!
Entienden la dictadura del proletariado contra la burguesía para que esta clase burguesa bajo régimen asalariado produzca para toda la sociedad y este, el proletariado, se convierta en propietario de todos los medios de producción y rector de la sociedad por el tiempo necesario, el socialismo, que depende del nuevo fantasma.
¿Porqué este planteamiento? Porque se acostumbra por los miembros de la sociedad a tener en cuenta solo a los dueños de los medios de producción en el proceso de creación de los productos. Ejemplos. Cuántos proletarios trabajan para la elaboración de un auto. Infinidad. Quienes procesan el hierro, el cobre, el caucho, el combustible etc. Pero en cuanto están en el almacén el propietario no es quienes lo crean. Es muy otro que no interviene para nada. FORD. “Los autos del señor Ford son finos”. En cuanto a la vivienda. Cuántos laboran. Los proletarios del chircal, del cemento, ornamentación, del cobre, del hierro, etc. “Muy bonito el edificio del señor Pedro Pérez”. Y así para toda la producción. Minería, confección, calzado. Aquí el proletario es un completo fantasma. Esta diluido en el tiempo y en el espacio. No figura en ninguna parte de “importancia”. Es como si los objetos materiales que crea surgieran de la nada. Está refundido el infeliz. No posee nada.
Es fácil entonces encontrar la causa de la pobreza: En el trabajo que el capitalista se apropia del proletariado, del productor de la riqueza. Si los capitalistas llegasen a pagar todo el trabajo de los proletarios no obtendrían ganancias. Esa ganancia constituye la felicidad del burgués industrial, comercial, bancario, propietario de tierra, etc. Entre menos se pague al trabajador que produce los bienes materiales más infeliz es éste, más agobiado y más miserable.
¿Qué deben hacer los proletarios? Luchar a muerte por su felicidad. Quitarse de encima al burgués, zafarse de él, sacudirlo. Hacer uso del arma ideológica de la plusvalía, de Marx. Y si es posible, pagar a sus aliados hasta la antesala del comunismo pues ya tiene en sus manos la guía teórica que hace de él la conciencia del futuro de la humanidad. Sin temor a los anatemas. Seguro. Firme. Con temple. Conoce la industria, las máquinas y su beneficio, la energía atómica. ¡Que los objetos producidos reposen por siempre sin apremio, sin fatiga en el seno de la sociedad para su satisfacción!
Es tan necesario y útil en consecuencia que un partido político suyo sea por su composición restringido a un organismo de dirección que actúa como centro de agitación ideológica y la propaganda revolucionaria. Un órgano extremadamente consciente y hábil. Un organismo comunista en toda la palabra, relación, extensión y dimensión para lograr que todo el conjunto de su clase adopte figura política propia y se mueva como una gran fuerza de masas que construya la sociedad comunista.
Por la senda del capitalismo las mercancías terminan aplastando la sociedad humana; ejemplo de ello los aviones bombarderos y las bombas atómicas, los cohetes y sus misiles. Hiroshima y Nagasaki. Conflagración (en menos de cinco minutos desaparecería la vida sobre el planeta). Aviones, bombas, cohetes, misiles, fusiles, etc. = mercancías. Se compran y se venden. Se convierten en dinero. La fuerza de trabajo del hombre es igualmente mercancía y como tal actuando en oposición hará colapsar el mundo de las mercancías al colisionar, equiparándose con las demás y como ellas, inconsciente.
Ningún sistema económico-social en adelante que tenga por objeto no rescatar del foso al fantasma del proletariado puede hacer que ese fantasma adopte figura humana. Seguirá siendo solo una sombra en un mundo de los espíritus nada más como razonan los idealistas y creyentes.
Por el contrario, cualquier desviación de su impronta lo desfigura más, lo enloda más, lo hunde más. Tampoco valdrá “modelos” “Poder popular” “Pueblo organizado” “Socialismo productivo” “Productividad socialista” “Estado del pueblo”. Los fantasmas proletarios deben poseer su poder político que no sea ajeno a sus propias características e intereses de clase como productor de bienes materiales pues un Estado distinto a ello, a él, a su esencia, síntesis y substancia, impide que el comunismo emerja y hace que el cieno populista barra su retoño. Al no cumplirse esta condición los fantasmas proletarios irán siempre produciendo pero sin su poder, bajo otro poder de Estado que no es el suyo, bajo otra maquinaria cualquiera, llámese como se llame. ¡Asumid el compromiso político!
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De la serie GABINETE
domingo, 29 de abril de 2012
Si la materia adopta como atributo la conciencia social en el ser social, esta victoria no la plasmaría ni conservaría bajo la existencia de condiciones de esclavitud de ningún tipo entre hombres libres e iguales económica y universalmente desarrollados. Pujaría por hacer del cosmos conciencia social y allí entonces la estructura social erigida sobre contradicciones de clase entraría en choque con esta necesidad. Los proletarios se sitúan en un estadio donde se ha borrado, esta suprimida toda huella de opresión y explotación entre hombres y la sociedad aboca en su defensa la forma más elevada de reflejar: el cerebro, el pensamiento dialéctico; la forma especial del movimiento material universal. Desgarrar lo que pende de esta lógica, teórica y prácticamente, sostenido por la férrea ley dialéctica del desarrollo que transcurre como poder de Estado con todo su engranaje y cuya ideología administra dosificada quienes tienen el encargo de ello formando por separado grupos sociales permanentes para los ejerciciosteóricos cuidándose que el conocimiento coincida con el campo idealista de la concepción del mundo en el sentido de que los objetos y fenómenos materiales han dependido para su existencia y evolución de las ideas y su universalidad con la imposibilidad de llegar a conocer el mundo en todas sus dimensiones y manifestaciones debe constituirse en la acción consciente del proletariado revolucionario.
Al llegarse a conocer las leyes generales del desarrollo el amo no puede perpetuar en su favor la conducción de la economía, sus procesos productivos y la sociedad o convertir la existencia del esclavo en un designio aciago; los proletarios no siempre vivirán bajo dominación de clase actual ni bajo el sometimiento de las armas enemigas del Estado burgués. Un día tendrán que vencer el fuego enemigo. Las armas en manos del Estado han estado dirigidas al sojuzgamiento del productor directo de bienes materiales y en este caso es al proletariado revolucionario. Hay que seguir a Marx cuando dice que los proletarios no tienen nada que perder más que sus cadenas, tienen en cambio un mundo que ganar y esto pone a temblar al capitalista que siente hundirse el mundo a sus pies con todos sus privilegios.
Las cosas cambiarían si se produjera en dirección a saciar las necesidades materiales y espirituales de todos los habitantes en el mundo. No se tendría que realizar acciones como la de elevar a escritura pública ninguna propiedad. NADA ES PRIVADO. Aquí ni siquiera habría espacio para hablar de propiedad. Ni segundos se le dedicarían al concepto de propiedad. ¡Un gran alivio! También en cuanto a la existencia de otras instituciones: El matrimonio, la iglesia, la justicia etc. Poner en práctica el sistema de propiedad privada es muy gravoso pero en fin, la sociedad de clases, esclavista, parece fundamentarse en la formación platónica del elemento intelectual pues crea cosas que en otras circunstancias serían inútiles.
La naturaleza provee la vida sin embargo hay que exigir el “derecho” a la vida al propietario privado quien tiene esa potestad. Mientras un niño lo es se le protege la vida pero cuando avanza en edad y ya no es sumiso pensando a su manera dándole por acoger como doctrina el comunismo se le persigue y asesina. ¡Debe vivir siempre! ¿Porque ocurre esto? El derecho es la voluntad de la clase dominante hecha norma. “Derecho al trabajo digno”: una necesidad vital es otorgada por el patrón. “Derechos”humanos; para seres humanos. ¿Ante quién tienen” derecho” los seres humanos? ¿Son extraterrestres quienes los conceden?
¿Cuáles son las necesidades históricas cambiantes? El esclavista no ha renunciado-ni pretende hacerlo nunca- a su sistema de esclavitud, lo quiere perpetuar haciéndolo pasar desapercibido para que a él se le respete la integridad, su derecho de esclavista. Le aterroriza la teoría del comunismo científico no la de un modelo en particular. Pero más le aterroriza que en el futuro le pueda ocurrir lo que hoy al esclavo asalariado y reacciona con más sensibilidad ante el proletariado con su violencia reaccionaria la que es solo buena viniendo de su aplicación en tanto que mala si es la clase oprimida quien quiere su ejecución. Tomando esta apreciación y sobre la base de que en un lugar del mundo los proletarios asuman la conducción del Estado estos llevarían este sistema a su máximo esplendor colocando la burguesía y similares en condición de trabajadores asalariados, despojados de sus anteriores prerrogativas. Si la burguesía capacitó a los proletarios y su descendencia para la tecnificación y elevación de la productividad qué no podrá lograrse con la gran capacidad de la burguesía y su linaje puestos en condición de esclavos asalariados . La burguesía acostumbrada a esclavizar a lo mejor no querrá ser esclavizada.
Es válido el argumento. En segundo lugar, pagarán cumplidamente la deuda social: limpiarán el planeta de todos los deshechos contaminantes que arrojaron en su afán de lucro, de ganancias y beneficios en particular. Este hecho se tendrá como delincuencia futura, en ese tipo de justicia transicional del periodo breve del poder proletario revolucionario. El anverso de la moneda con la cara del esclavo (ganado esclavo, instrumento parlante, bestia). El proceso revertido. Una esclavitud breve proporcional a los periodos de clase transcurridos para retornar al comunismo científico. Un diez por ciento (10%) o menos de ese tiempo es suficiente. Por ellos eternizarían la esclavitud, el proletariado le pone límites. Qué puede significar este corto lapso en relación con tan largo periodo de esclavitud y su rudeza. Si la democracia es esclavitud asalariada la proletaria lo será contra la burguesía. Y si durante ella surgieron poemas, obras de arte y ciencia, creaciones literarias, muchos cambios, mutaciones animales y extinción, infinidad de seres vivos desfilaron y fenecieron en el régimen de esclavitud y muchas vivencias y hechos históricos han acontecido y se han visto; no está mal que sigan ocurriendo por un tiempo más. En fin, el proletariado perdurará en el espacio y tiempo como humano.
Ella-la burguesía-debe adquirir conciencia y dará el grito de su abolición para que jamás vuelva a germinar o a repetirse sobre la faz de la tierra. La clase opresora no sabe de cambios y transformaciones si no es mediante revoluciones como fenómenos que surgen y desaparecen generando situaciones y hechos concretos materializados en formaciones económico-sociales bien definidas en el tiempo; los proletarios en cambio apropiados del conocimiento científico transforman las relaciones sociales de producción poniéndolo todo en función del ser humano. Ahora los proletarios libres de la anarquía de la producción capitalista, sin el interés del frío cálculo burgués harán que el trabajo social rinda frutos, tan natural, como frutos da un árbol, por ejemplo, de aguacate. Así fluirá a raudales la producción. Simplemente bastará con detener la producción en cada rama cuando las existencias superen con creces las necesidades y se podrán establecer y contabilizar tales cantidades mediante datos de productividad a nivel mundial publicados en todas las estaciones instaladas, por ejemplo, calzado. Cada miembro de la sociedad consciente de la necesidad de producir bienes materiales acudirá siempre al lugar de la producción donde se observe déficit y lo mismo para toda estación: de maquinaria, de alimentos etc.
En tanto que la clase burguesa ha sido confinada en sus propias instituciones y vigilada será obligada a producir para toda la sociedad como elementos ubicados en el pasado y para terminar con este. Si los proletarios como hombres han producido la burguesía naturalmente lo podrá hacer. ¡Aguanta! Para ellos se determinará en primer lugar un salario justo, y se incluirán en programas especiales de rehabilitación por su locura social psicótica y además, por su inclinación irracional a la guerra. Se educarán en torno a la libertad como el conocimiento de la necesidad y el disfrute pleno de las facultades humanas y no al logro del “pleno empleo” o al estado de esclavitud general como consigna suya, propiciado y propagado como sistema.
Mientras el burgués como esclavo asalariado lucha contra su condición escribirá su propia historia-para lo cual le serán dadas todas las garantías-, y la consignará como epitafio de su oprobio al que pondrá término definitivo. Esta será el testimonio del pasado y la humanidad consciente no volverá a conocer sus males, ni la pobreza, ni la miseria, ni las guerras, ni el hambre.
El proletariado adquiere conciencia de las diversas formas en que se manifiesta la materia, sus transformaciones y cambios al punto que llega al dominio de las leyes generales del desarrollo con la posibilidad de adelantarse en el tiempo con su propio futuro; analizando el presente lo puede prever, preparar y planear. En el más corto plazo tiene en sus manos la aplicación de las diversas formas de energía descubiertas por el hombre. Si el capitalismo hizo tanto en tan corto tiempo con solo la utilización del vapor aplicado a la máquina, qué no podrá conquistar el proletariado con la nuclear, la ciencia y una clase avanzada como la burguesía sometida al trabajo asalariado.
¡Proletarios, más acciones políticas, más y más
viernes, 23 de marzo de 2012
No es tiempo de UTOPIA (1516). De nuevo, de ahora en adelante, la sombra del proletariado será el amo antiguo hoy burgués. Por su capacidad productiva y científica el proletariado se apropiará, se convertirá en dueño absoluto de la tierra, la repartirá entre los miembros de su clase y trabajará bajo sus leyes con cuantos lo aprueben; mantendrá a raya a los enemigos del poder proletario considerándoles la vida en garantía del respeto humano hasta su sometimiento final en forma de dominación completa que facilite la desaparición de todo oprobio clasista e inicie la construcción del comunismo científico: eso hará el proletariado revolucionario en su estrategia. Así, para que la humanidad pueda continuar pues de lo contrario y por la tecnología actual y futura bajo régimen de clases y la gran producción los contrarios se consumirán, la sociedad sucumbirá. Naturalmente este debe ser un período revolucionario breve de transición.
Demasiada generosidad la del esclavo. Por más de tres mil años sus fuerzas han estado puestas solo al servicio de la producción de bienes materiales y como apropiación del producto de su trabajo. Ahora parte de esta formidable fuerza la pondrá en función de su dominación universal y convencido plenamente que su acervo no está en aquel nivel productivo de la horda primitiva dirigida solo por el más intrépido y experimentado cuando aún bajo estas condiciones el hombre venció sobre otras manifestaciones
hostiles.
Sin embargo también quiere decir que ha sido mayor la fuerza puesta en acción por la burguesía contra el proletariado en el proceso de producción para imponer por la violencia la esclavización. Y esta violencia ha sido la constante en las relaciones de clase. Incluso les ha permitido desarrollar la ciencia; favorecido para “brillar” y con este “brillo” dominar; “brillar” no es pretexto: este existe objetivamente en el espacio cósmico al margen del burgués. La luz ha brillado y brilla. Los cristales reflejan. Un objeto se refleja en otro. ¿Cómo eludir la violencia si alguien puede atribuirle causa única del desarrollo social? El proletariado creará sus propias leyes para moverse en torno a ellas, ejecutarlas e ir distribuyendo la riqueza por la misma fuerza con que produce los bienes materiales; en un comienzo tiene por fin asaltar y capturar toda su producción mercantil y repartirla entre la población; apropiarse la producción social con el poder político de su Estado proletario con el objeto de su consolidación.
Las leyes son igualmente violentas en su estructura ideológica y el proletariado asimismo buscará aplicarlas inteligentemente durante la transición breve, apropiado de su contenido material, consciente y revolucionario; sin la soberbia de quien formó Estado armado para ensañarse contra los débiles. Hará llegar como ingreso todos los productos a la sociedad y no como actualmente ocurre que da la apariencia de que el dinero fuese una necesidad vital y cayera derramado sobre la población para unos más, para otros menos, nada para otros. Solo así surgirá sobre la faz de la tierra el elemento productivo hoy invisible, desapercibido, el proletariado para reducir a ceniza lo que se entiende por flujo de capitales, dinero circulante o medio de circulación de mercancías.
A los proletarios en el mundo les corresponde tomar las decisiones y medidas políticas sin prestar oído al concepto de nación sea ésta capitalista o no; excluir de su lenguaje la concepción geopolítica de Estado, de los espacios geográficos, “espacios vitales”, “fronteras naturales”.
Mediante la nueva constitución política del proletariado este establecerá como de su propiedad todos los medidos de producción y sus productos, aplicará todos los adelantos tecnológicos fruto de su mismo empeño y luego formará grandes concentraciones de trabajo en donde el producto social no se manifieste como excedente imposibilitando el regreso de este como pilar o germen de la aparición y apropiación de clase. Igualmente irá atenuando toda expresión delincuencial, toda degradación y afrenta humana, la vergüenza de la prisión, el peso de la eliminación física, el exterminio, el vejamen, la tortura, el hambre y las demás pústulas de la sociedad de clases.
Desde el socialismo la burguesía avanzada interpretó la fuerza transformadora y revolucionaria del proletariado sin que hubiese ido más allá de su situación como clase sufrida y no dirigente en todos los estadios productivos de la sociedad por lo que no puede hacerse separación mecánica entre este y los revolucionarios, los comunistas. Esta función fue usurpada hipócritamente por el amo quien lo hace esclavo y su fruto hoy se lo disputa a la burguesía como suyo y como pueblo una clase intermedia, la pequeña burguesía. Tendrá que recuperar la posición de jefe de la sociedad entera para instaurar su régimen político, su Estado proletario en calidad de propietario privado de los medios de producción y la producción social primero que todo, gobernar la producción, administrar las cosas aprendiendo a ser propietario general de la producción social mientras su tipo de violencia ejercida sirve de elemento formativo, restrictivo del “libre albedrío” burgués para garantizar la plenitud de la vida de la sociedad en conjunto; es decir, el proletariado tiene que gobernar, dirigir esas fuerzas infernales que es capaz de crear en el proceso de producción social llamadas hoy producción mercantil industrial capitalista. Para emprender un largo camino impulsando y promoviendo los sueños proletarios sentados en los troncos de museo carcomidos de los tribunales de justicia de clase que en su tiempo fungieron como enhiestas y empinadas reinas con privilegios de presunción de seres fantásticos que dejaron escapar al viento cuan esporas decretos favoreciendo los suyos, adornados de diplomas y condecoraciones de toda laya, atrapados por milenios en gélidas moles construidas para ellos por esclavos y sin que jamás esta justicia les hubiese reconocido como sus verdaderos dueños. El sueño burgués quiso perpetuar su desarrollo como el único, total, dominante, global, sin abismos, expoliando y eternizando la desigualdad económica. Es la tendencia de la sociedad de clases desde que le fue arrebatado por la violencia al productor sus productos y el proletariado debe continuarla para recuperarlos. Hará los esfuerzos y sacrificios que sean necesarios para tener en sus manos los medios de comunicación, la tecnología, la producción, la ciencia; la formulación y elaboración de planes generales para que la sociedad avance; impondrá el tipo de familia, de vivienda, de formación, si viste o no etc. Todo lo controlará. El primer paso: paro general de los proletarios de la construcción de vivienda, obras e infraestructura en el mundo.
Las discusiones sobre el poder permanecen en las nubes incluso confiando en superar la crisis del capitalismo para salvarlo. Ni la transición del socialismo real en la URSS le entregó, le dio paso a la dominación política del proletariado; se frenó, por el contrario, se retrasó este objetivo histórico estratégico. Hay que depurar la discusión ideológica de la intelectualidad avanzada llevándola al terreno de la realidad práctica para que se adopte por los productores revolucionarios, los proletarios de hoy dándole además un sentido concreto sin ambigüedades o subterfugios, llamando las cosas por su nombre, sin temores pues las comunicaciones lo plantean así. La aureola burguesa se perdió en el tiempo esfumándose. Es tiempo de hablar de comunismo científico y su significación histórica, dimensión, naturaleza y translucidez. Que se hable de proletariado revolucionario no de izquierdas democráticas que hacen perder tiempo valioso para la liberación económico-social de la clase que produce en condiciones deplorables, humillantes sometida a la opresión y explotación del capital. Que se proyecte al proletariado en su papel protagónico e histórico, que se le ayude a vencer sin cejar en ese empeño porque de su éxito depende la transformación de la sociedad.
Es bueno preguntarse si la explotación económica de un hombre por otro se realiza de manera pacífica. La democracia ateniense descansó en la esclavitud rampante, abierta, sin miramientos, con poder de vida y muerte sobre el esclavo. Incluso, hoy se presenta al burgués como productor de bienes materiales cuando se sabe hasta la saciedad que su rol estuvo en relación a la existencia de clases antagónicas ejerciendo dominio político y coerción económica sobre el proletariado garantizado por el Estado burgués y cimentado en la transmisión hereditaria de bienes, medios de producción social y relaciones capitalistas antecedido y en dependencia de la estructura económica funcional y de los aparatos represivos de poder e instituciones diversas a su servicio como instrumento de dominación. Esta no puede considerarse una sociedad pacífica, idílica, candorosa, romántica y próspera para todos los miembros ni que el fundamento y fin del Estado sea la dignidad humana sino en realidad sea una máquina destinada a mantener la dominación de una clase sobre otra, la organización del poder político en la sociedad dividida en clases para el sometimiento.
A todos los niveles en el mundo la burguesía está coaligada en defensa de intereses comunes para que el proletariado no alcance la dominación mundial, la supresión de clases, la eliminación de las barreras nacionales, el nacionalismo y la extinción del Estado. El proletariado no quiere paliativos sociales ni el solo deseo de curar las lacras del capitalismo. Quiere diferenciar claramente el fundamento y fin de su Estado desarrollando una fuerte, estrecha e inseparable alianza entre todos los miembros de su clase en el planeta para cambiar las relaciones sociales de producción y ganar la libertad, la felicidad anhelada futura y dejar de actuar como una pieza de la maquinaria productiva de la procesadora burguesa.
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jueves, 23 de febrero de 2012
De los proletarios es la ideología de Marx y Engels. Después de más de cien años sin su presencia el espíritu humano se ha potenciado y revolucionado la sociedad. Hombres excepcionales y los son aunque no estén hoy. Genios del pensamiento. Sus ideas son esplendorosas no solo por haber descubierto las manifestaciones más complejas de las transformaciones científicas sino por ser la guía teórica en el futuro. El mejor legado. Una herencia indestructible. Imposible apartarse de ella. Una nave gigantesca suspendida en la historia irradiando luz con líneas de felicidad, libertad y progreso esculpidas en su coraza blindada. El faro que ilumina las tinieblas de la ignorancia del homo sapiens que aún vive en prehistoria y gestando el alumbramiento de la era comunista para que describiera consiente su historia, la era científica.
Porqué ideología proletaria. Mientras ha dominado el amo sus ideas las ha hecho extensivas como lo más importante. Ellas tienen poder creador; todo lo crean: el mundo, el universo, el hombre, las plantas, los animales...todo. Importante porque así el hombre esta aislado incluso de sí mismo. Nada sabe de su propio mundo material y como tal muere porque a la postre no es nada. Esta vivo por voluntad divina, por un gobierno rector de las ideas. Pero han sido ideas de una clase dominante como su misma democracia puestos de acuerdo para explotar fuerza de trabajo ajeno.
Al ser síntesis de la sucesión histórica del pensamiento el marxismo refleja la evolución y revolución del mundo material, su auto transformación y movimiento con su elemento consiente: el hombre. En tal sentido no se ciñe a su ámbito toda la generalidad del campo intelectual pues este es terreno abonado de quienes siguen al vaivén de los acontecimientos y en el marco de las exigencias de las clases acomodadas con poder político y económico.
En el proceso de transformación física e intelectual los humanos se amoldan a las formas tradicionales existentes muy conservadoras incluso llegando hasta negar la posibilidad de revoluciones sociales; se adaptan más bien al medio subsistiendo con este; el paradigma: ser humilde. Ante esto, muchos “profesionales” se volvieron duchos en malabares políticos que saben de la miseria de las masas dándose al engaño y dispuestos a salvaguardar el dinero de los capitalistas y sus ganancias en el futuro para lo cual ponen en práctica sofismas y abstracciones de prestidigitador empujando a los proletarios a aceptar pasivamente que sólo están condenados a morir en el proceso de producción social como ha ocurrido históricamente y ocurre en la actualidad como también, a agachar la cabeza ante los discursos de quienes se jactan diciendo que el poder político, la conducción del Estado y la economía es solo para la intelectualidad adocenada, los abogados y profesionales burgueses mientras que sus mercancías producidas con sudor y sangre si las acaparan a manos llenas disfrutándolas en sus conglomerados. ¡Qué gobiernen los proletarios! O ¡De ellos sólo sus productos!
Todo producto material en su transformación requiere que la forma anterior desaparezca y se vuelva otra, le de paso a otra. Y para el caso de la sociedad humana la producción capitalista debe expirar y esto es por vía revolucionaria, materialmente violenta. Ahora, si los capitalistas capitulan, no hay oposición. Lo demás serán cantos de sirena como las razones: “sujetos sociales”; “movimientos sociales de paz”; “expresiones de poder ciudadano”;“nuevos países”; “poder popular”; “poder comunal” o sea del capitalismo popular al capitalismo comunal. “Tercera vía”; “sociedad del conocimiento”. Unos proletarios “tan capaces” que tengan iniciativa y participación para contribuir a acrecentar el capital de los magnates burgueses monopolistas ¡UY! ¡Civilización!
Los proletarios no han aprendido el arte de la guerra ni a hacerla contra la burguesía porque son “nuestros”-de la burguesía- trabajadores. En la guerra solo han sido utilizados de forma momentánea y actualmente hay muchos interesados en que esto no vaya a ocurrir sustrayéndose en esta participación directa y ejecutando apenas algunos experimentos sociales, incluso de paz; paz que esta lejana por la lucha política permanente entre clases y que sí la garantiza una revolución violenta definitiva, una insurrección armada del proletariado y las capas sociales más cercanas a él.
Creo estar citando bien a Marx cuando dice que el capitalismo viene al mundo chorreando sangre y lodo por los poros y eso esta bien comprobado. Sino fuera por la aplicación científica del materialismo dialectico al campo de la historia humana daría por pensare que la burguesía es macabra, psicópata, criminal pero la saña y crueldad conque actúa en el concierto internacional contra naciones y sus semejantes matando de hambre y con armas sofisticadas lo corroboran y lo denota con más relieve en el caso del fascismo alemán y el colonialismo de rapiña reciente.
Los intelectuales avanzados proclamaron al proletariado revolucionario como sucesor histórico en la conducción de la sociedad pero sus triunfos por el poder han sido efímeros porque otros elementos sociales se apresuraron a no dejarle surgir ni aparecer suplantándole y apropiándose de su fuerza para bien del burgués capitalista. ¿Es la pequeña burguesía? Sin duda pues con tanta experiencia se vuelve al final burguesía con ayuda de ésta, entre sus planes económicos (reformas económicas, educativas; ampliación selecta de la participación en los beneficios etc.)
El problema en la dirección del movimiento de masas es más complejo que la simplicidad con que acontecía en tiempos feudales o a comienzos de la era capitalista. Hoy los medios de comunicación presentan formas elaboradas de conciencia en marcos generales que inducen a los individuos a triunfar cada uno por su cuenta. Es un reflejo pasivo de la realidad, dogmático, metafísico que apunta a hacer desaparecer del pensamiento colectivo el concepto de clases sociales y lucha entre estas lo mismo que la sustracción y eliminación del conflicto de la dinámica social. Una vuelta atrás con respecto al avance y los cambios en las relaciones sociales de producción. Por ejemplo alguien tiene que conformarse con el “mínimo vital gratuito” como “derecho”. Ya esto es un estándar mercantil cuando el agua es para la utilización de los seres vivos sin restricción ¡Quién tiene derechos entre el burgués y el proletario juntos a la orilla del rio y con sed! Y no solo en este campo sino con la implementación de“mecanismos de impunidad” para sus acciones criminales como en el caso de la utilización del concepto de Derechos Humanos en cuanto a conveniencia se refiere. La venta de “productos financieros” que acabó el “ahorro” actuando dentro del mismo sistema como distractor de las masas pobres y asalariadas enriqueciendo a las capas adineradas involucradas en las grandes inversiones. Otras: “Clases menos favorecidas”. “Familias pobres y vulnerables” “empoderamiento etc. etc. “Legitimidad del movimiento sindical” para no pasar a planos más elevados de la lucha económico- social y quedarse en realizaciones reivindicativas y comunales, revisionistas, sin atreverse a plantear que el régimen capitalista es retrógrado y reaccionario; que ya no le conviene al género humano. Solo se repite, se reproduce la terminología que dejan las huellas del sistema en las neuronas, como loros las mismas cantilenas de la historiografía ¿Por ignorancia o conciencia? Hay quienes se derriten y se prosternan ante el estado social de derecho para que las delicias del sistema llegue hasta ellos y todo se mueva en función de la ganancia y el beneficio capitalista ¡Es tiempo de no dejarse llevar más de la mano de la burguesía!
Hoy en día parece como si los trabajadores consintieran con gusto ser esclavos por llevar la denominación en algunos Estados de socialistas pues estos Estados “soberanos” pretenden al interior administrar desde el gobierno los asuntos del proletariado no constituidos en Estado proletario. Bajo el concepto de “soberanía económica de la nación” continúa teniendo dueño aún.“Nuestros trabajadores”: hacen alusión a ellos sin ningún poder político real y apenas recibiendo desde los medios solo radiografías y diagnósticos sobre su situación económico-social y una tendencia general a sostener los pilares del Estado burgués y haciendo intentos nada más de generar “procesos de agrupamiento y resistencia”.
Realmente, el proletariado debe proponerse tomar el poder político, consolidarlo y hacerlo innecesario, inoperante, disfuncional, desaparecerlo, extinguirlo. “Acceder al poder”, es una expresión de permiso al burgués, de súplica. “Gobierno alternativo”, es como si se dijera: Si no hay más...“Soberanía, paz y democracia”: Estado burgués capitalista. Mejor: Democracia proletaria. Toda democracia es de clase. Eso de democracia popular, no hay, ¡embuste! “Poder del pueblo”. Sofisma. ¿Se podrá engatusar?
“Capital de trabajo”: Así le oí a un presidente “soberano”. Se cree débil al proletario ideológicamente y guardar un respeto sublime al burgués porque no se mueve en el combate y ya ni poco en la movilización. Pero recuerde el estado de reposo relativo. ¿Es cómodo ser esclavo asalariado, moderno? ¿Ha cambiado el mundo del trabajo? MERCADO LABORAL. “Economía de mercado”.Consumismo. Stock. Neoliberalismo. Globalización. Dominio imperial norteamericano.
“El pan nuestro”: “nuestros trabajadores”. Objetivo: Una pensión de jubilación. Fundamentación del régimen burgués de explotación y sus relaciones de trabajo asalariado esclavo. Igualmente cuando de la pena se trata en el código penal: perpetuar el sistema capitalista. ¡Cuarenta años de prisión...! No tienen la intensión de soltar el poder. ¡A derrocar la burguesía de cada nación, al asalto proletarios!
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jueves, 26 de enero de 2012
GABINETE(2)
El problema para abordar es: la conformación del Partido del Proletariado Revolucionario. Pasa el tiempo y esta tarea se dilata en detrimento de la magnífica aportación teórico-científica de Carlos Marx y Federico Engels. En contraposición, los movimientos obreros actúan con el propósito de poner a la clase obrera en consonancia sólo para producir los bienes materiales requeridos por la burguesía capitalista en su competencia y acorde con el alto grado de desarrollo tecnológico de las fuerzas productivas. O es el contenido ideológico-político de una clase intermedia que se jacta de revolucionarismo; la interpretación cabal del movimiento socio-económico o la debilidad orgánica e intelectual del proletariado comunista internacional. ¿Pueden los humanos extinguirse en confrontación porque los proletarios conduzcan la sociedad humana?
El proletariado no puede llevar a cabo una revolución del tenor de las anteriores con la esperanza de que se sucedan en el futuro una cadena infinita de revoluciones en el tiempo y en el espacio. Luego la situación se cancela. Marx decía muy convincentemente que las revoluciones políticas correspondieron a la burguesía y que estas habían puesto en evidencia la fuerza transformadora del proletariado. En este sentido, el proletariado entraría a ejecutar la revolución humana para estabilizar la sociedad e imponerse definitivamente sobre la naturaleza como cualidad nueva y manifestación especial.
Para unos cuantos el sistema capitalista puede modificarse al interior para lograr prosperidad genera y cambios de tipo socialista. Pero el portador de esa aspiración la puede poseer la pequeña burguesía al resistirse a su desaparición como estrategia económica del gran capital monopolista transnacional y para crear gran burguesía nada más. Quiere indudablemente su cuarto de hora o la posibilidad de extender el estado burgués. Ella está interesada en reclamar poco mientras los proletarios puedan ser ocultados, ignorados y aplastadas sus reivindicaciones. Sin poseer mucho su situación es igualmente desesperada si se les ocurre la idea de llegar a convertirse en proletarios. Pero cabe la pregunta: ¿Habrá renunciado el proletariado a crear un Partido que direccione la economía y la producción en su organización política de Estado Proletario Transitorio o tendrá en sus mangas “nuevas” cartas de juego como el haberse resignado a chupar rueda en la competencia que impone la sociedad burguesa. El proletariado produce y la competencia es con los miembros de su propia clase, la reserva industrial.
Esta condición puede inducir a alguien a pensar que los proletarios deslumbrados por las maravillas que lanzan a la circulación mercantil estén amañados con este tipo de relación social y pujen por sostener a sus amos esclavistas en el poder pues casi siempre se les ve pidiéndoles más trabajo, más empleo, más inversiones en la industria, concertación, acuerdos, ”vida digna ”bajo el capitalismo, contra la informalidad e incluso afanados por discutir el “salario mínimo” es decir, capitalismo y más capitalismo. También es cierto y vale decir que los proletarios serán quienes hagan la revolución social futura, comunista. El régimen capitalista se caracteriza por ser privado pero también hay quienes le piden al Estado burgués ¡no a las privatizaciones! Ya lo ha hecho, cuando le conviene compra o vende empresas suyas o no.
Los amigos de las reformas engordan y se comportan como reales burócratas porque a tales posiciones les sacan tajada y si alguna vez leyeron que Engels dijo que lo más barato sería hacer la revolución por compra a la burguesía de sus posiciones de clase en la sociedad la pasan anhelando dinero para hacerla efectiva. Pero lo que no avizoran es el incremento de la producción capitalista y el poder económico por su importancia y política incomparable de los proletarios. ¡Se añejaron estos bastardos aristócratas obreros que añoran ser burgueses!
Los pequeños burgueses acostumbrados a recibir compensación del gran capital pulen y hunden el acicate contra los trabajadores en la producción y fungen como capataces y por la rudeza conque actúan no son garantía en futuros gobiernos. El oportunismo pequeñoburgués se constituye para los proletarios en una talanquera que debe echar abajo y pasar por encima para aplastar el poderío burgués, si pretende parar los cimientos del Estado revolucionario del proletariado para la conjura de las desastrosas fuerzas económicas de la sociedad actual.
El movimiento obrero, al hablar, debe poner en primer plano, pronunciarse más en favor del papel económico, transformador y revolucionario del proletariado como la fuerza productiva fundamental sobre la que se erige el andamiaje estructural de la sociedad, sus logros y avances en materia de tecnología y comunicaciones- por cierto, Marx llamaba comunicación a las relaciones sociales de producción-, antes de andar “pidiendo cacao” (derechos) a la burguesía como si fuesen todopoderosas, y tratando de “población vulnerable, necesitada y menos favorecida” a quienes producen toda la riqueza en el mundo, los trabajadores vinculados directamente a la producción industrial, los productores de bienes materiales que viven en los barrios y lugares más insalubres. Aquí tiene que darse un nuevo debate mundial sobre este problema ahora que está en boga el neoliberalismo y la teoría de la “sociedad del conocimiento” tendiente a la esclavización de la mayor parte de los humanos rezagados en el acceso a los adelantos y que hoy se sabe es un plan estratégico del imperialismo norteamericano. Además, pidiéndole buena atención en salud a los esclavistas cuando se sabe de antemano a través de la historia que no les ha importado a los amos el matar a sus esclavos mientras el sofisma de la pensión los obliga a trabajar toda la vida para el patrón como si solo para trabajar al amo hubiera nacido el hombre y todavía como en épocas utópicas de los dirigentes obreros del cartismo corren con insinuación de pliego bajo el brazo para recomendarle a la burguesía “alternativas claras, reales de solución” y haciendo fuerza para que el sistema burgués sea socialista.
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martes, 20 de diciembre de 2011
GABINETE (1)
Si los destacamentos demócrata-revolucionarios despliegan su accionar emulando la dirigencia burguesa y de soslayo le ayudan en la práctica a fundamentar los pilares del régimen económico las masas interesadas en la revolución en esas condiciones simplemente vuelven la espalda. ¿Porqué? El productor directo de bienes materiales aún continúa siendo esclavo en medio de relaciones de trabajo asalariado y capital. Así, entonces, él solo sabe vivir, ¡váyale como le vaya!
Aparece adscrito al burgués colectivo y le pertenece por entero a esta clase social al utilizarlo por compra pero la acción general de los hombres cuan fuerza magnética lo conmina constantemente a aceptar el papel de fuerza productiva como si estuviese obligado a hacerlo en todo tiempo, tan natural como robarle energía a la materia igual que lo hace la hoja con la luz del sol para entregarla al árbol. Percatado de este poder material, el proletariado mundial, en un tris histórico, podría condenar a muerte a la sociedad humana o destruir todos sus baluartes si lo quiere. Solo baste entender que su actividad productiva y sus productos llegarán a todos los miembros de la sociedad y que ésta actividad constituye una necesidad material del colectivo humano. No puede ocurrir entre los hombres lo mismo que en la fotosíntesis. Es un estado diferente en el desarrollo cuando se cuenta con la propiedad especial del conocimiento, de la conciencia social de todo lo que circunda y la capacidad de producir bienes materiales.
Tiene necesariamente que deshacer las corbatas y los frac, inservibles en momento de reflujo de las fuerzas del proletariado.
Sinembargo las masas de trabajadores tratan de hallar con sigilo el procedimiento más expedito para reivindicar las aspiraciones políticas y económicas de su liberación truncadas de mil maneras en su larga historia de clases.
La rutina sindical y consecuentemente con esto el empacho ideológico con tesis diagnósticas de oráculo sobre su situación además de estereotipos diversos pasman y entecan al proletariado formulándole dogmas anquilosados como para que su doctrina revolucionaria no salga a flote y prenda en las masas populares y decapite el capitalismo. Toca revolucionar al interior de tales destacamentos las directrices y orientaciones señaladas o de lo contrario se perpetuarán osificándose y haciéndose infalibles.
Requerirá un esfuerzo consciente para aglutinar y enfrentar en las grandes decisiones de forma cohesionada al gran capital para derrocarlo.
Cómo establecer a cabalidad apenas la forma de conducir el conocimiento que las masas tienen de sí mismas, su fuerza; a capacidad de discernir sobre lo que dicen y hacen, si interpretan el origen de las masas de productos que circulan en la sociedad y los agentes creadores de esa riqueza. Importante puede resultar si una dosis de materialismo dialéctico e histórico se le impregna a la consuetudinaria evolución de las tímidas expresiones políticas que el régimen admite realizar y que comúnmente confluyen todas en la escaramuza electoral. Para los partidos burgueses y terratenientes esto les facilita su afán de sumergir y enterrar por siempre para que nunca florezcan ni los actores revolucionarios ni sus ideas comunistas.
Las masas merecen saber que los hombres pueden vivir sin capitalismo, sin trabajo asalariado y capital, que nada puede eternizarse, que no siempre fue así, que todo es cambiante y si se trata de los seres humanos es para encontrar las mejores relaciones que le conduzcan a la felicidad y no bajo las miserables condiciones de existencia que soporta hoy.
No siempre fue ni ha sido ni lo será como lo es hoy. Es decir de la existencia de un mecanismo económico que somete a unos hombres gobernándolos para apropiarse del fruto de su trabajo y capaz de volver mercancía todo lo que toca incluida la fuerza de trabajo con la que produce el esclavo asalariado, moderno.
Tendrá que ser una sociedad de productores de bienes materiales, libres, para usufructo de toda la sociedad, sin ninguna limitación, conocedores de los fenómenos, procesos y leyes materiales en eterno movimiento, con la propiedad de transformarlo todo y transformarse y llegar a ser al fin, el ser social futuro.